viernes, 6 de marzo de 2009

Desde el Chapuí

Cada día queda más claro que en el PAC están necesitados de una pequeña dosis de electroshocks.

Primero sale Ottón a decir que la salida a la crisis es no traer artistas internacionales, Epsy se dice y se desdice de lo que es una "convención abierta", el PAC está gobernando por un viejo majadero que se parece al abuelo de los Simpsons y solo berrinches hace.

Por supuesto no se queda atrás el señor Macaya que cree que tiene chance de competir contra Epsy y Ottón (seguro que a punta de plata o regalando el genérico de viagra).

Pero no bastando tooooodo lo anterior, ahora sale la joya de la familia. Un indiviudo llamado Luis Enrique Hernández.

¿Quién putas es ese mae?

Según informa La Nación este señor es:

"Precandidato a gobernador por el Partido Demócrata de los Estados Unidos en Costa Rica"

¡NO ME JODAN!
¿Y esos son la segunda fuerza política del país?

Terminaremos todos yendo a votar en la convención del PAC al psiquiátrico vestidos de Napoleón.

martes, 3 de marzo de 2009

¿Este quién es?

Un mae ahí salió a decir que le quiere hacer la competencia a Ottón y Epsy para ser candidato por el PAC.

Su nombre es Román Macaya (el de la foto), empresario de muchísima plata. Lo único que sabemos es que estaba con el no por miedo a que su empresa de genéricos se viera afectada.

¿Qué lo hace presidenciable?

Absolutamente nada.
¿Por qué se lanza entonces?

Porque evidentemente es la tureca de Ottón para que Epsy saque menos votos y así asegurarse el gane. Con encuestas relativamente cerradas en una convención más o menos abierta, si este Macaya saca 2% de los votos podría ser suficiente para que Ottón se lleve el gane.

De paso ya Epsy se preparó para abrirse de piernas y aceptar lo que diga Ottón de cómo debe ser la convención (o sea Beto Cañas ganó). No importa lo que decida la Asamblea Nacional de ese partido, Epsy va a salir diciendo: "sí a eso me refería yo con convención abierta".

Quedará demostrado entonces que el proceso del PAC no es más que una joda para legitimar a San Ottón como eterno candidato.

Después usted puede rajar que lo vio aquí primero y decir:

¡JA, NO ME JODAN, YA LO SABIA!